martes, diciembre 05, 2006

Las cosas que odio


Todos tenemos en esta vida, ciertos detalles cotidianos que nos hacen engranar... o no tanto como engranarse, pero sí ponernos de mala leche al momento de actuar.
Particularmente, hay dos que no puedo pasar por alto dentro del deber del ama de casa, a saber:

a) PLANCHAR

b) LAVAR LOS MALDITOS COLADORES

Digamos que la primera hace brotar en mí más de un dolor de espalda, me da calor dicho sea de paso, y me "roba" tiempo... sí sí... me lo roba. Reflexiono sobre esto porque me dí cuenta que irremediablemente, y contra mis principios (hace rato que no plancho) voy a tener que comprar una tabla adecuada a mi fisonomía porque esto de estar dale que te dale arriba de la mesa, además de todo lo mencionado, produce mareos... en fin, me convertiré en una esclava más del maldito electrodoméstico, compañera dominical irremediable.

Segunda cuestión: Los coladores de fideos, esos de los de alambre finito, ¿no hay otra manera de lavarlos sin que se te haga interminable el momento?... ecuación jodida si las hay: tanto agujerito junto y chiquitito, más chorro de agua, más gota de detergente = espuma, espuma, espuma y más espuma...
¿Que soy una inútil?, puede ser... las cuestiones "planchísticas" y "coladeriles" nunca fueron mi fuerte. Y al que le sirva de consuelo, la ropa, siempre se termina arrugando.
He dicho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

chica, golpe contra el borde de la pileta y santo remedio!
hasta el arroz más persistente huye, y si no va el segundo golpe (seco tiene que ser) , a la tercera lo amenazas: si no te vas te pincho con el tenedor.
Probalo, veras que te resulta.
(cualquier comentario de que las cosas no se resuelven a los golpes... a llorar al campito que aca no estamos para esas nimiedades, que joder!)

te quierooooooooooooooooooooo
(hacia mucho que no te lo decia)

Nituni dijo...

Bueno, yo tambien odio plachar, asi que no plancho nunca. Gracias al cielo nunca se dieron cuenta en el laburo que voy con la camisa arrugada.