jueves, mayo 15, 2008

Vuelta a empezar...

Hasta hace unos días, fui alimentándome en base a cosas muy requete muy sanas, pero sin hacer régimen. Pavo, pollo, verduras, alguna que otra fruta, pan integral, carnes roja ninguna (mal), de vez en cuando pescado, pasta al dente y hasta arroz integral.
Cantidades?, las "normales"?. Despendones?, los fines de semana. Eso significa, una pizza a la semana, algún heladito y alguna que otra cenita afuera.
Seamos francos, lo que se dice dieta, no estaba haciendo y soñaba con bajar algo de peso.
Me cansé de esperar el "milagro".
Así que me puse en manos del nutricionista, y le dejo hacer (con mi fuerza de voluntad, claro está).
Me he decidido a sacarme a mi hermana gemela de encima definitivamente.
A luchar contra los kilos y que Dios (y la balanza) repartan suerte.

jueves, mayo 08, 2008

Primer Mundo....

Tengo ciudadanía italiana. Vivo en Barcelona hace cinco años. Desde que llegué, me paseaba por la calle con mi "tarjeta de residencia", que vendría a ser algo así como mi "DNI europeo". Formato similar al de una tarjeta de crédito, plastificado, cons sus datos básicos, el número de identificación, con su foto y su huella digital. Nada más cómodo para llevar en una billetera o incluso en el bolsillo.... algo así como esto ------------>>>

Pero como todo en este mundo moderno, tenía una fecha de vencimiento: 06/05/08.
Así que un día antes, me dispuse a levantarme tempranito para ir a renovar mi preciado documento.

Hice una cola del copón, me aguanté 1 hora parada en la puerta de la comisaría esperando que abrieran las puertas, y finalmente accedí al recinto.
Entregué la documentación que solicitaban al muchacho que me atendía, puso cara de serio, empezó a teclear como loco delante del ordenador, y meta imprimir papelitos para gestionar mi renovación. Me entregó una factura para ir a pagar al banco de al lado la tasa de renovación, y me dijo: "cuando lo tengas, volvé y entrá directamente a ese mostrador" (y me lo señaló con el dedo).
Fui al banco (poca gente la verdad), pagué por "mi renovación" € 7,80 y me dirigí otra vez a la comisaría.
En el dichoso mostrador, estaba él (a quien nombraré así de ahora en adelante para referirme al cara de culo que me atendió). Le entrgué mis papeles, y al cabo de unos minutos me entregó..... una hoja DINA4 de color verde que certificaba que yo estaba inscripta en el Registro de los ciudadanos bajo el nº tal, y que a tales efectos ese "papel" no servía como acreditación a su portador... cha channnnn!!!!.

-"Eso es todo?", pregunté.
-"Sí", me respondió él con una cara peor de la que me recibió.
-"¿No me puedo quedar con mi vieja tarjeta para hacer trá...?"
-"No, guapa", y me hizo una seña con la mano como diciendo "aire, que tengo que seguir atendiendo a los de la fila" y me despachó.

Por lo que pude saber, a partir de ahora mi documento real como ciudadana comunitaria es mi pasaporte.
Yo estoy muy de acuerdo con esto de la libertad de movimiento y/o traslado dentro de la comunidad, etc, etc., pero me pregunto: ¿Esto es primer mundo?. Si yo quiero ir a comprar con mi tarjeta de débito y/o de crédito ¿de qué me sirve el "papel" que me dieron si no certifica que soy quien soy?, ¿tengo que andar con el pasaporte todo el día encima?. Si acá te piden documento hasta para comprar la tarjeta de viajes... me niego a llevar el pasaporte todos los días encima.

Estoy INDIGNADA!!!. Me sacaron mi antigua tarjeta, y ahora, me siento una Don Nadie.
He dicho.