PD: Por cierto, estuve buscando en Internet la historia del origen de Papa Noel (se las recomiendo), lo que no termino de enganchar es ¿qué tiene que ver esto con el nacimiento de Jesús, o la Navidad?... si alguien lo encuentra, por favor, deshaznen a esta hereje. Gracias.
No lo pude evitar... quién no coleccionó alguna vez esto??.
Soy una nostálgica, en fin.
Eso es todo, hoy me levanté rosa.
Va un reglaito de Eduardo Galeano, breve y bonito.
"Pasito a paso, hilo trás hilo, el araño se acarca a la araña. Le ofrece música, convirtiendo la telaraña en arpa, y danza para ella, mientras poquito a poco va acariciando, hasta el desmayo, su cuerpo de terciopelo.
Entonces, antes de abrazarla con sus ocho brazos, el araño envuelve a la araña en la telaraña y la ata bien atada. Si no la ata, ella lo devora después del amor.
Al araño no le gusta nada esta costumbre de la araña, de modo que ama y huye antes de que la prisionera se despierte y exija el servicio completo de cama y comida.
¿Quién entiende al araño?. Ha podido amar sin morir, se ha dado maña para cumplir esa hazaña, y ahora que está a salvo de su saña, extraña a la araña."
Lindo, no?...a qué resulta familiar?.
Todos tenemos en esta vida, ciertos detalles cotidianos que nos hacen engranar... o no tanto como engranarse, pero sí ponernos de mala leche al momento de actuar.
Particularmente, hay dos que no puedo pasar por alto dentro del deber del ama de casa, a saber:
a) PLANCHAR 
b) LAVAR LOS MALDITOS COLADORES
Digamos que la primera hace brotar en mí más de un dolor de espalda, me da calor dicho sea de paso, y me "roba" tiempo... sí sí... me lo roba. Reflexiono sobre esto porque me dí cuenta que irremediablemente, y contra mis principios (hace rato que no plancho) voy a tener que comprar una tabla adecuada a mi fisonomía porque esto de estar dale que te dale arriba de la mesa, además de todo lo mencionado, produce mareos... en fin, me convertiré en una esclava más del maldito electrodoméstico, compañera dominical irremediable.
Segunda cuestión: Los coladores de fideos, esos de los de alambre finito, ¿no hay otra manera de lavarlos sin que se te haga interminable el momento?... ecuación jodida si las hay: tanto agujerito junto y chiquitito, más chorro de agua, más gota de detergente = espuma, espuma, espuma y más espuma...
¿Que soy una inútil?, puede ser... las cuestiones "planchísticas" y "coladeriles" nunca fueron mi fuerte. Y al que le sirva de consuelo, la ropa, siempre se termina arrugando.
He dicho.
Cuando a uno le preguntan cual es la parte de su cuerpo que menos le gusta, la mayoría de la gente responde sin pensar "los pies".
Si vamos a ser honestos, mucha gracia los pobres no tienen; ni que hablar si se padece de juanete, dedo martillo, callosidades, o sin ir más lejos las uñas jodidamente torcidas, gruesas y amarillentas...
Es verdad, no hay mucho que arreglar por más intención que se tenga.
Pero también es cierto que son la parte más olvidada de nuestro presente, y digo olvidada a conciencia, porque no hay rostro en el que no se refleje un zapato mal calzado. ¿Quién me puede discutir que una jeta fruncida no es causa de un dolor de pies?, ¿o que se puede estar todo el día de mal humor cuando tenés los dedos mal acomodados dentro de las botas?, y eso que no menciono las horrorosas ampollas que suelen salir en el talón por culpa del roce de las zapatillas...en fin.
Por eso, quiero rendirle este humilde homenaje a esa parte de MI cuerpo que ha pasado a ser la incondicional en mi existencia:
Los pies me aguantan, me llevan a todas partes, me traen a casa cuando no doy más, me elevan a lo infinito cuando salto de alegría, me sostienen, soportan la tortura diaria de ser prisioneros de mis calzados, padecen dolores y lastimaduras, pero curan solos, disfrutan con el agua, se relajan en contacto con la naturaleza, me dan placer cuando me los acarician, me arrancan todas las sonrisas y las risas cuando tengo cosquillas, pero sobre todas las cosas, me hacen sentir viva.
Hoy me desperté pensando: "voy a contar este sueño" (haciendo referencia a lo que me acababa de acordar en el milisegundo que transcurrió cuando terminé de abrir los ojos por la mañana)... y acá estoy tratando de rememorarlo... era algo así:
Me subía al ascensor de un edificio muy vidriado y moderno, súper alto, tan alto que tenía como 100 pisos, y yo, justamente, iba al último. Cuando apreté el botón de mi destino, la adrenalina se apoderó de todo mi cuerpo porque el turro iba tan acelerado que daba miedo, y en el camino, se tambaleaba como si anduviera por una ruta llena de baches. Total, que cuando llegué arriba de todo, las puertas se abrieron y lo único que encontré fué una baranda que me impedía salir del ascensor, y más allá de la baranda, nada, el espacio vacío, ni piso, ni terraza, nada... estaba allá arriba, en el culo del mundo, se veía todo tan chiquitito, tan insignificante ....uuuuun cagazo, de novela. Cerré las puertas y me dispusé a volver a la tierra (literalmente hablando), pero cuando empezó a descender, fue como si se hubiera cortado la cuerda que lo sostiene porque bajaba más rápido de lo que había subido, y en mi fuero interior, yo sabía que era así, que en menos de un minuto iba a encontrarme con la parca, que me había llegado la hora... y abrí los ojos.
Me desperté pensando "voy a contar este sueño", y la angustia que me provocó, me acompañó todo el día... parece una boludez, pero Calderón una vez dijo "la vida es sueño, y los sueños son"... y yo pregunto: ¿son qué?.
..... quiero a mi mamaáaaaaaaa!!!!!!.........
...que a golpes se aprende en la vida...
...que somos hijos del rigor...
...que hay que sentir el sabor de la derrota para conocer la victoria...
...que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra...
...que una batalla perdida no es la guerra...
...que caerse es agacharse para tomar impulso...
...que después de la tormenta siempre sale el sol...
...que volver a empezar tiene gustito a volver a nacer...
Hoy... me levanté optimista... a qué si?
Hace un par de noches, estábamos de vacaciones con mi marido en un lugar de cielo muy abierto, y contemplándolo, nos pusimos a filosofar sobre la existencia del universo: que si tiene límites, que si hay algo más allá, que si el infinito puede ser la nada, que si las estrellas son pequeños planetas... en fin, una interminable lista de cuestiones para las que no tenemos respuesta sobretodo entendiendo que no somos eruditos en la materia.
Ahora bien, hemos llegado a la conclusión de lo erróneo que ha vivido la humanidad desde Galileo hasta la actualidad, y me baso en lo siguiente: éste físico y astrónomo italiano, enunció en algún momento que era la Tierra la que giraba alrededor del Sol y no al revés como se venía pensando según la iglesia,(cuestión por la que lo mandaron a prisión perpetua, al pobre). De allí en adelante (o al menos eso me consta) es lo que seguimos pensando o creyendo, no?.
Entonces, alguien me puede decir por qué seguimos diciendo: "el sol sale a las ...hs y se pone a las...hs" o "cuando salga el sol"... 
A ver si empezamos a expresarnos con propiedad. El Sol no sale ni se pone a ninguna hora. Acá, los únicos que salimos y nos ponemos somos nosotros, ese pequeño poroto insignificante llamado Tierra perdido en la inmensidad del infinito.
He dicho.
(...y que a gusto me he quedado)
Costumbre u obsesión??. Qué cosa más "pegajosa" para un argentino... y lo digo sin ánimo de ofender a nadie, eh?. A los hechos me remito:
• En casa, el compañero ideal
• De paseo, la distracción perfecta
• Con amigos, el ritual infaltable
• En la oficina,... en la oficina.
Y es que me encanta ponerme verde de solo verlo. 
Ahora bien. Para ser sinceros, el tomar mate es algo que solo los uruguayos y los argentinos mamamos desde chicos, y que como toma de "infusión", resulta un tanto complicada de entender para el resto del mundo. Lo digo yo, que no hago más que escuchar frases y preguntas del tipo:
"¿¿y chupan todos de ahiiií??"
"tomar mate, ¿te coloca?"
"¿qué efectos secundarios te produce?"
"esa yerba, es como la maría..."
"y qué te hace tomar mate?"
...y un largo etcéteras de cuestiones que me evito repetir.
No entiendo por qué la gente se plantea todas esas dudas. Está bien que no es como el café: cada uno con su pocillito, y a tomarlo como venga en ganas, dulce, amargo, fuerte, cortado; o como el té, verde, blanco, negro (y de todos los colores posibles), de ceylan, tila o menta.
Sepan que nos encanta chupar a todos de ahí, que es una manera de conectar, que no coloca de nada porque sino viviríamos drogados, que el único efecto secundario es tener muchas ganas de hacer pis, que no quita el sueño, que es energizante, que la bombilla no es el "chisme para chupar" y que no se usa para revolver el mate.
El mate es mate y punto pelota. Y no hay nada que entender. Hay que ver, hay que sentir y compartir, hay que disfrutar, hay que armar la ronda... ¿nos tomamos unos verdes?.
...que nos suele suceder... cantaba Pipo Pescador, y se ilusionaba con el "auto de papá".
Ss!! claro, así cualquier traslado por largo o corto que sea resulta placentero. Como se nota que él nunca se subió a un bondi a las 9 de la matina, y/o en su defecto a un subte/tren a las 7 de la tarde!!.
¿Alguien me puede decir por qué esta cuestión no está organizada en ninguna parte del mundo?. Pregunta idiota si las hay... 
En fin, un mal día lo tiene cualquiera, un viajar de ida y vuelta "ecatómbico" también, y es en esos momentos cuando me acuerdo de este muchacho, y sobre todo, de su madre.
De los paseos entre amigos, queda siempre la complicidad.
Gracias por venir Diego, y hacernos sentir que a veces la distancia, es lo de menos.
Hay quienes no tuvieron una infancia real, y aseguran que ciertos designios de algunas épocas son inventos, que los que las disfrutaron como yo, nos armamos un mundo de fantasía alrededor de objetos que solo viven en nuestra imaginación, a saber: el alfajor "Capitán del Espacio"...
Si entre mediados de la década del '70 y mediados de los '80 existió una golosina que valía la pena, esa era la recién mencionada... y sepan los incrédulos "porteños" que solo vivieron de Tita, Rodhesia y alfajor Jorgito (un horror), que había en este mundo algo mejor que nunca llegaron a probar, porque las exclusividades son para unos pocos elegidos, como la gente del conurbano sur. 
A las pruebas me remito, he aquí un testimonio de su existencia.
La verdad sea dicha, lo siento por los que no disfrutaron de este placer entre sus fauces... ala, a llorar a la iglesia.
Que bueno es retomar actividades que uno creía olvidadas por el simple hecho de no haberlas puesto en práctica desde hace mucho tiempo: hoy, salí a andar en BICICLETA... pedazo e' invento!!!.
Qué cosa más práctica, cómoda (para ciertas partes no tanto... sí sí, me refiero al culo), y atemporal.. en bici te vas a cualquier lado, parás donde te da la gana, no pagás estacionamiento, y encima hace bien al cuerpo (que no es joda, hablo en serio).
No quiero resultar patética, pero la última vez que me monté a una bici fué hace un mes y era estática, por lo que ya no me acordaba de lo que era pasear en este medio de locomoción tan divertido. A partir de hoy, mis días libres (o al menos eso intentaré) consistirán en laaaaargos paseos en bici. De paso, me conozco todos los rinconcitos escondidos la ciudad.
Hagan la prueba, les puedo garantizar que no se van a arrepentir.
Tengo la secreta esperanza de sacar algo fructífero en compartir lo que soy con quien tenga ganas de vivirlo como yo... o quizá de otra manera.
De momentos es como desterrar el posible sentimiento de soledad que a veces nos invade. Y ojo, tampoco me interesa hacerme "adicta" a este modo de intentar estar acompañada, pero es un analgésico por instantes. Y como puedo expresarme aunque vos no estés de acuerdo sin escuchar lo que no tengo ganas, pues sólo me limito a decir "mi verdad".
Está bueno esto de tener un blog, diario o como se llame porque no sé si alguien realmente se detiene a leerlo y entenderlo, pero a mí "me hace ilusión"... ¿peco de boluda si digo que resulta terapéutico?.
Ves?, escribo y escribo, pero de momento no hay nada interesante. Para eso debería ponerme a opinar sobre cosas que llamen la atención u originen foros de charlas profundas, como religión, sexo o política, pero no voy de ese palo, y si lo fuera, por ahora no me da la gana...
Si te puedo contar que hace casi cuatro años, aterricé en Barcelona proveniente desde una las ciudades, para mí, más bonitas del mundo: mi querido Buenos Aires, Argentina.
Esto del "autoexilio" pesa un poco, sobre todo al comienzo, después te vas acostumbrando y con el correr de los meses, en mi caso, le vas tomando el gustito... eso sí, la raíz queda ahí, en tu lugar natal, en tu gente y en el entorno que te vió crecer, porque por más que muchos renieguen, la idiosincracia corre por las venas, y eso, es indiscutible. Todo bien, pero como extraño 
Buenos Aires!!.
Como experiencia, esto es genial, y lo que uno puede aprender de sí mismo llega a los extremos más insospechados. Es como volver a nacer, pero ya sabiendo caminar, leer, escribir y relacionarse sin ayuda, sin que te digan como, cuando y donde. Al principio, duele, cuesta, te desubica... y esto fue lo que pude dedicarle a esta ciudad que no me parió, y a su gente que pudo ver en mí a una más.
BARCELONA
Barcelona me quita el sueño, y sin embargo me quedo.
Me recibe de brazos abiertos, pero no consigo enamorarme de ella.
Me habla de un futuro, de formar familia, de dormirme en su regazo, pero quiero salir corriendo.
Barcelona respeta mis silencios, y sin embargo retruca cualquiera de mis actitudes.
Me devuelve la consiencia de valorar todo aquello por lo que siempre despotriqué.
Barcelona me absorbe, me persigue, me cuestiona, me discrimina, me pone de los nervios, pero me perdona y me pide que me quede... será?.
...siempre hay una primera vez, no?... y los que saben dicen que siempre cuesta. Pues no. A mí no me costó nada, y todo gracias a la ayuda de mi amiga Carolei que, ya muy adentrada en el mundo de "la internética" me enseñó como se hace... el blog, mal pensados!!.
Suena raro, pero eso que todo el mundo dice que "cualquier boludo tiene un blog", va a terminar siendo cierto... si no, no me explico mi aparición en este espacio. Y para hablar de espacios, éste que me y le dedico a todos aquellos que alguna vez en su vida migraron a otro lugar distinto al natural, física o sentimentalmente, porque después de todo ¿quién puede determinar qué espacios ocupa cada uno, no?.
Y así, entre espacios y espacios, nos vamos abriendo camino en la vida para encontrar ese lugar donde más se siente a gusto y se puede seguir siendo uno mismo.
